Todo el mundo ha escuchado alguna vez el nombre de Mykonos, en Grecia. Forma parte del conjunto llamado las “Islas cicladas”, famosas por sus pueblecitos de casas blancas, su agua cristalina y sus increíbles puestas de sol. Además de por ésto, Mykonos es también muy conocida en toda Europa por su vida nocturna, por ser un lugar perfecto donde ir de vacaciones, de hecho es por muchos conocida como la “pequeña Ibiza”, por las muchas fiestas que se organizan allí, y que duran hasta el amanecer. (O incluso más)
Lo que es una pasada es la capital de la isla, Chora. Está formado por casitas blancas y por laberínticas calles. Aunque lleves un mapa, casi es seguro que te vas a perder. Pero merece la pena perderse, y descubrir así rincones que si no, no vienen detallados en ninguna guía de viaje. Esa es sin duda la mejor manera de conocer un lugar desconocido, perderse.
Así que pensé en pasar unas vacaciones allí para descubrir que es lo que me ofrecía la isla, y volví encantado, ya que descubrí unas playas magníficas, un ciudad (la capital) maravillosa, y una isla que en su conjunto merece la pena visitar alguna vez en la vida.
Además, paseando entre sus calles, acabé dando con la mascota de la isla. Resulta que tienen un pelícano por mascota que se ha hecho super famoso (Petros). La leyenda dice que más de 40 años atrás, un pescador de Mykonos tropezó con un pelícano herido. Estaba tan conmovido por el pelícano, que decidió hacerse cargo de él. Tras recuperarse la criatura, decidió ponerlo en libertad. Pero, sorprendentemente, el pelícano no eligió el aire como su morada, sino que decidió establecerse en Mykonos. Cada día que ha pasado desde entonces, la criatura se da ido convirtiendo en el centro de todas las miradas y en una celebridad.
Son una pasada sus playas con fina arena blanca y aguas totalmente cristalinas. Es una pena que muchas de ellas estén saturadas de hamacas y sombrillas. De todas formas, esto ocurre sólo con las playas del sur, ya que las de la zona norte están totalmente vírgenes, y se puede disfrutar de la arena, el sol y el agua sin grandes aglomeraciones.
Lo que si ocurre, especialmente en Paradise y Super Paradise es que la tranquilidad se acaba a las 17:00, hora en que arranca la fiesta. Aquí las fiestas suelen acabar hacia las 12:00, y es cuando hay que trasladarse hasta la capital, y continuar allí bailando hasta que amanece y te puedes ir a dormir al hotel con las pocas fuerzas que te quedan.
Mykonos, la imagen de una costa gentil… Como dice la excelente canción de la banda norteamericana Fleet Foxes, dedicada a este paraiso…