La Plaza Dam es el lugar escogido por los holandeses de Amsterdam para darle la bienvenida al nuevo año. Si quieres empezar el año rodeado de gente es el mejor sitio donde puedes ir. La verdad es que fue muy chulo y diferente, aunque al final acabó siendo agobiante.
Fuimos un treinta de diciembre y volvimos sobre el dos de enero. La idea era ver Amsterdam, pero también nos hacia mucha ilusión empezar el año allí y ver como celebraban ese día. El día 31 de diciembre empezamos el día paseando por la ciudad y tomando café, por que el frío que hace en Amsterdam en esa época es considerable. Si vais en Navidades no olvidéis probar los olibolen, un dulce, tipo buñuelo, que solo hacen durante esas fiestas. Particularmente, me gustaron mucho, y si aquí existieran comería a menudo.
Los podéis comprar en las tiendas que hay tipo churrería por la calle, venden pastas de todo tipo e incluso chocolate caliente. También os recomiendo comprar queso. Hay de todos los tipos, venden queso al pesto, os llamará la atención su color verde chillón. Nosotros probamos varios, porque lo que
hacíamos era comprarnos queso y hacernos bocadillos para comer al medio día. Por la noche, como estabamos en una apartamento, aprovechamos para cenar pasta o ensalada. El apartamento estaba muy bien, era para dos personas, esta en la calle Bosboom, una barrio tranquilo pero al lado del centro, puedes ir caminando. A media tarde ya empezaron los fuegos artificiales. Nosotros para hacer ese día más especial fuimos a cenar a una pizzería del centro. Al acabar fuimos para la plaza Dam. La verdad es que había muchísima gente por la calle y sobre las once la plaza ya empezaba a estar llena de gente.
En la plaza había un escenario donde hacían actuaciones. Había unas pantallas que reflejaban durante todo el día las horas, minutos y segundos que quedaban para empezar el nuevo año. De las once hasta que dieron las 12, el ambiente era bueno y la gente estaba en la plaza bailando y cantando. La sorpresa fue cuando nada vas dar las 12, después de contar tres, dos, uno…feliz año! La gente se empezó
a apelotonar y el salir de la plaza era un caos tremendo. Unos caminaban para un lado, otros para otro, y era complicado hasta aguantarse de pie. Particularmente lo pasé muy mal por que si no eres muy alto te ves allí invadido por la gente y es complicado hasta controlar el bolso para que no te roben. Lo peor de todo fue que, como en todos sitios hay mala gente, y a un gracioso, por no decir otra cosa, se le ocurrió tirar una botella de champan por los aires. Nosotros no vimos como caía, pero por la gente que había, no cabía ni un alfiler, a alguien le hizo daño seguro. Ellos no comen uvas pero si que tiran petardos, así que entre la gente y los petardos el “susto” fue considerable. Así que recomiendo que vayáis a Amsterdam a pasar el fin de año, pero si vais a la plaza Dam poneros cerca de una calle donde salir nada mas que den las doce.
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