Argelaguer es un pueblecito muy cercano a Besalú, en la carretera
N-260 dirección Gerona. El pueblo en sí no tiene nada pero un hombre ya hace unos años empezó a construir un laberinto con las ramas de los árboles, por lo que dicen era un trotamundos que vivía de lo que la gente le ofrecía. Por lo que he podido leer este hombre ya empezó hace unos veinte años a construir el laberinto pero luego fue destruido en gran parte a causa de la mejora de un tramo de la autovía. Poco a poco el señor lo reconstruyo y es lo que se puede disfrutar hoy en día.
El laberinto está muy muy currando. Cualquiera puede entrar porque no se paga, ni está vigilado ni nada. Eso sí, ya pone en un cartel que el constructor no se hace cargo si pasara alguna desgracia.
Cuando llegas allí, si preguntáis en el pueblo cualquiera os indicará, parece pequeño y que no tenga más misterio pero te vas adentrando y te das cuenta de lo grande que es y de la cantidad de horas que habrá invertido ese buen hombre. Hay torres de bastante altura a las que puedes subir y hacer sonar la campana cuando estás en lo alto. También vas encontrando algunas casitas con muñecos y varios objetos. El único inconveniente a la hora de encontrar la salida. No hay nada señalizado y la verdad es que es algo complicado salir. Nosotros estuvimos allí unas dos horas y acabamos saliendo trepando por el laberinto porque no fuimos capaces de encontrar la salida, no fuimos los únicos. Por lo que escuchamos de otros visitantes para salir tenías que bajar por una de las cabañas que había.
Os recomiendo ir cuando quede bastante rato de sol. Podéis ir con niños pero no muy pequeñitos y que tengan paciencia. La experiencia valió la pena.
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