A diferencia de lo que pregona el mito popular que vanagloria al viajero como un tipo de buen sentarse (suertudo) y al que muchos envidian (con envidia de la mala a pesar de que la digan sumamente benigna), existen ciertos momentos de agónica zozobra por el que todo trotamundos, aunque no lo quiera, debe pasar.
Uno de los más drásticos e incisivos es el de «elegir la mochila de viaje perfecta» hacerse de una mochila (y en ese “hacerse” léase la primera divergencia en la que muchos, y sobre todo los más ratoncios, suelen sucumbir: ¿hace falta que me haga acreedor de la mocha? ¿O con alcanzar el título de “inquilino de la mocha de Tulio” puedo zafar?). Como dije antes, son situaciones terribles y de gran stress para el que planea salir a recorrer el mundo por un tiempito. Y para los despistados que sientan que estoy exagerando, tengamos a bien recordar que la mocha va a ser una parte de vos: te va a seguir a todos lados, la vas a ver todos los días, la vas a cargar, la vas a sentir (si está mojada te va a mojar -aunque lo que la haya mojado no sea tan de tu agrado-), la vas a oler y si se rompe la vas a tener que arreglar (salvo que te apellides Lacroze de Fortabat y te compres una nueva o que, en su defecto, te apellides Colombo, te llames Felipe y te haya agarrado un ataque de hippiesmo-chick por el mundo y tenerla rota te parezca fashion: puede pasar). En definitiva, la vas a odiar o la vas a amar.
Y como no nos sienta bien que nuestros fervientes seguidores pasen por estos stresses, te acercamos algunas puntas sobre datos a tener en cuenta a la hora de elegir mochila esa nueva parte de vos.
(Como digo siempre que hablo sobre la mochila, no hay nada a ciencia cierta y sólo tiro algunos datos a modo orientativo, y bien intencionados ellos, no como cuando tu mejor amigo te dice que la chica que te gusta tiene una verruga inmunda atrás de la oreja y acto seguido lo ves a una distancia poco prudencial como para estar tan sólo contándole los hechos más destacados del horario de protección al menor).
Adquirirla o manguearla:
Dilema típico del viajero advenedizo y/o improvisado. Y aunque manguearla parezca la opción más económica, lo cierto es que cuando tenés tu propia mocha te ahorrás un montón de preocupaciones y disgustos, como ser o bien la posibilidad de rompérsela a un amigo, o bien el andar paseándote por la zona roja de Bangkok con una mochila rosa que te prestó tu prima freaky de 17 años con un estampado Betty Bloom en la tapa. Por otro lado, si te gusta viajar vas a seguir viajando y te la vas a terminar comprando y por como vienen las cosas, más adelante en vez de un huevo te va a salir los dos.
Capacidad DE LA MOCHILA:
El otro día escuché a alguien decir que la capacidad hay que medirla en función de la altura y el peso de quien la va a cargar. Yo digo que hay gente a la que le gusta opinar fehacientemente hasta sobre las propiedades rejuvenecedoras de la hoja de laurel. Por el contrario, hay quienes preferimos razonar que si te comprás una mocha de 90 litros, es mucho más difícil meterle 60 litros que si tenés una de 55 o 60. No importa si te vas de viaje porque la crisis le llegó al rubro de los enanos de jardín o porque tu Global Supervisor Manager decidió invertir en una escalera pero ahorrarse en el sueldo de un repositor longilíneo (vos), la cosa es que si la mocha es grande, la vas a llenar (o terminar llenando en algún otro momento). Y andar con la mocha cargada es de lo peor que hay.
Capacidad para los que necesitan cifras: entre 60 y 80 litros son las medidas típicas. Menos de 60 para un viaje largo es poco, y más de 80 es peligroso.
Compartimentos:
Inciso clave. En el post sobre cómo armar una buena mocha menciono (muy atinadamente por cierto) a las bolsas ziplock y las de nylon como el oro en polvo del mochilero. Pero esto se cumple con mayor eficacia si se tienen compartimentos. Los mismos son clave para separar las cosas en función de su frecuencia de uso (siempre, a veces, emergencias, ¿y esto para que mierda lo traje?), estado (limpio, sucio, inmundo), fragancia (Chuavechito, Fangio XXI, restos de camembert olvidados en una heladera), condición (seco, húmedo, chivado, restos fósiles). Si se tiene todo en un solo compartimento las cosas se mezclan y sus olores también, además de que es mucho más difícil organizarlas.
Accesibilidad:
Aunque muchos lo crean superfluo resulta vital para el confort y la paz espiritual tener un acceso frontal (léase cierre en forma de “U” en todo lo que es el lomo o frente de la mochila). De gran ayuda si no querés volverte loco sacando y poniendo todo cada vez que tenés una uña encarnada y necesitás el alicate que está abajo de todo. Y tan importante como éste es el cierre que permite el acceso directo a la parte inferior y más pequeña de la mochila, ésa en la que por lo general se ponen las cosas pesadas (tipo bolsa de dormir).
Extensiones de la mochila de viajes:
La mochila de mano es, como diría Carlitos Tevez, un “mast” (*del inglés “must”). Hay algunas mochilas grandes que vienen con una chiquita ya incorporada (60 + 15 Litros por ejemplo), pero lo cierto es que por lo general el anexo es demasiado chico e incómodo (por los pocos compartimentos) como para usarlo como mocha de mano. Yo siempre viajé con la de mano aparte (salvo cuando me la robaron).
Costuras: chequear la calidad de la mochila como para que aguanten lo más posible antes de explotar.
Ergonomía:
Como su nombre lo indica, el tema ergonómico es casi una ciencia. Cuando vayas a la casa de camping seguramente el vendedor tenga un sueldo fijo más comisión por ventas realizadas. Es decir, algo te va a tratar de enchufar, y si lo hace rápido, más tiempo para vender más. Pero no te dejes atocigar. Trancaroleate tu tiempo. Cada mocha tiene su forma y mejor encontrar la que se amolda a tu espalda antes de que termine sucediendo al revés. Es una buena idea pedirle al vendedor algo pesado (puede ser una garrafa de camping) como para ver cómo cambia cuando está cargada con algo más que bollos de papel de diario.
Fortaleza:
Las tiras o correas principales tienen que ser fuertes. Cada vez que te la cargues, si está pesada, la vas a rebolear de una de ellas para embocar tu brazo libre en la otra. Chequear que tenga refuerzos.
Arnés lumbar:
no sé si se llama así pero así le vamos a decir. Me refiero a esa especie de cinturón horrible que nos hace ver como idiotas cuando nos lo cruzamos alrededor de la panza. Muchas veces puede pasarte en presencia de tu amor platónico, pero usarlo a conciencia (ajustado, cosa de que el peso recaiga ahí y no en los hombros) puede hacer que al llegar la noche vos estés fresquit@ y divertid@ mientras l@s que se te reían antes ahora no tengan fuerzas más que para envidiar tu jovialidad.
Arnés, cuanto más resistente mejor. Si las tiras son finas, molesta en el abdomen. Lo ideal es que sean anchas y acolchonadas.
Tiras para adosar cosas: pueden ser correas, elásticos, velcros, etc y sirven para anexar cosas a la mochila desde su parte exterior (como por ejemplo el aislante, zapatillas, ollas, etc).
Los ganchos: chequear que sean de buena calidad.
Cubremochilas: hay dos tipos de mochileros, los que afrontan una tormenta con cubremochilas y esos más temerarios y simpaticones que andan ingeniándoselas para no empaparse usando nylons de colores cuando no bolsas de consorcio agujereadas.
Hasta acá algunos puntos que se me ocurren pueden ayudar a evitar ataques de pánico a la hora de programar un gran viaje con una buena mochila. A quien se le ocurran más, los pueden agregar por comment acá abajo para que después yo haga lo propio en el mismísimo post.
hola! yo tengo unas preguntas varias, como veras mas adelante soy ignorante total del tema jaja.
me estoy por ir a nueva zelanda en mayo de este año y nose hasta cuando me voy a quedar( tengo visa por un año) lo que me espanta pensar es que tengo que llevar ropa de invierto y verano para un año!!! con solo decirlo me desespero por q nuncause mochila omo mujer que soy tiemdo a llevar mas de la cuenta y en este caso asi lleve lo justo y necesario tengo que hacer entrar ropa para dos estaciones del año bastante diferentes en temperaturas, queria saber que me recomendas en cuanto a tamaño de mochila, ropa y demases tips que quieras compartir ya lei bastante del blog pero prefiero una respuesta mas personalizada.
me da bastante cosa lo de la mochila si es grande porq apenas mido 1.54 !
pero bueno agradeceria muymuymuy mucho si me envias un mail con todala info que pienses que me puede ayudar incluyendo infaltables en un viaje.
saludos!!
vicky