El Lacio es la región central de Italia. Limita con la Toscana, Umbría, Las Marcas, los Abruzos , Molise, Campania y al suroeste con el mar Tirreno. Su capital, Roma, ha sido cuna y hogar de la cultura que ha dado identidad a toda la península, y que fue el centro de lo que llegó a ser el gran Imperio Romano.
Dentro de esta región, pequeña pero llena de sorpresas, se encuentra también el país más pequeño del mundo, la Ciudad del Vaticano. Sus maravillas naturales y sus muchos lugares de interés paisajístico, atraen a miles de turistas cada año, fascinados por el Lacio y su antigua historia. Pero visitar esta región significa ante todo descubrir Roma, ciudad orgullosa de haber sido una vez el centro del mundo. Los lugares que presentamos en esta mini guía de viaje a Roma, son los más turísticos de Italia, los de visita obligada, los que pase lo que pase, no os podéis perder… para más información sobre la ciudad, su transporte, sus rincones escondidos, restaurantes, etc, podéis visitar esta Guía de Roma, en la que sin duda encontraréis toda la información que andéis buscando.
Índice
El Coliseo
Icono por excelencia es sin duda el Coliseo Romano. Todo el mundo conoce esta maravilla arquitectónica, pero es increíble la pequeña cantidad de gente que sabe su historia.
Anteriormente conocido como el Anfiteatro Flavio debido a la dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, se basa en cuatro pisos de ladrillo y está cubierta de mármol travertino. El sitio elegido para su construcción no fue elegido al azar, se decidió entre muchas localizaciones posibles, y al final se eligió un valle entre dos colinas, a través del cual fluía una corriente canalizada gracias al lago artificial que Nerón creó al construir su querida Domus Aurea. Esta fue la opulenta residencia de Nerón, cuyo nombre quiere decir en latín “Casa de Oro” y como curiosidad diremos que lo que el gran emperador exclamó la primera vez que entró en ella fue:
“¡Bien! Ahora por fin puedo empezar a vivir como un ser humano”.
El nombre del coliseo también se le debe al emperador, del que se colocó una estatua gigante de bronce en la puerta, el Coloso de Nerón.
El trabajo se inició durante principios del siglo 72 d. C. y se completó en el 80 d. C. A través de los siglos, el Coliseo fue un anfiteatro, una vivienda, e incluso una cantera de la que se extraían materiales para la construcción de nuevos edificios. Visitar el Coliseo significa conocer las fases evolutivas de la bella Roma, de toda Italia. Incluso habiendo pasado tantos años, el Coliseo impone aun respeto y recuerda a lo que Roma fue un día: Ahí sigue estando: alto, imponente, dominante.
El Foro Romano
No muy lejos del gigante de ladrillo y travertino se ofrece en toda su belleza otra de las grandes herencias el imperio romano, el Foro Romano. Esta era la zona central, donde se llevaban a cabo las actividades principales: los negocios, el comercio, la prostitución, la religión y la administración de justicia… Se podría describir como un conjunto de grandes y pequeños monumentos, construidos desde el s. VIII a.C. hasta el s.VI d.C en el corazón de Roma.
Hay muchas otras ruinas interesantes dentro de esta zona central, templos, basílicas y arcos, pero en la actualidad quedan tan sólo cinco foros Imperiales:
• El Foro de Augusto
• El Foro de Nerva
• El Foro de César
• El Templo de la Paz
• El Foro y Mercados de Trajano
En la época fascista, Mussolini decidió crear una carretera entre los foros imperiales y el Foro, retirando gran parte de los estratos medievales y barrocos. Esta carretera fue utilizada en su momento para desfiles militares, y en la actualidad une la Plaza de Venecia y el Coliseo.
El Panteón
Roma es como el cofre del tesoro con el que uno se choca por casualidad. Por lo tanto, puede ocurrir que por accidente, tropieces con el Panteón de Agripa, el templo dedicado a los Dioses. Famoso por el óculo que corona la cúpula, la luz que se filtra por éste le da un toque realmente divino. Su estructura circular ha provocado que en la ciudad se le conozca como la Rotonda, lo que le ha dado nombre a la plaza en la que se encuentra. La verdad es que al ver lo poco que ha sufrido este templo con el paso del tiempo, realmente parece que estuviera protegido por los dioses.
La Fontana de Trevi
Imposible perderse la Fontana de Trevi. Popularizada por la película La Dolce Vita, de Fellini, se convirtió en un icono del buen vivir, siendo la más grande y la más ambiciosa de todas las fuentes barrocas de Roma
Santa María in Cosmedin y la Bocca della verita
También por supuesto vale la pena una visita rápida a la iglesia de Santa María en Cosmedin, en cuyas afueras se puede ver la “Bocca della Verita”. A primera vista parece una simple fuente, pero cuenta la leyenda que era capaz de morder la mano de los mentirosos, e incluso se utilizaba para saber si una mujer había sido infiel a su marido. Esta antigua máscara de mármol ha sido incluida también en varias películas, e incluso hay gente quehoy en día mete la mano con cierto temor… (¡Por algo será!)
Roma, una ciudad preciosa, imponente, magnífica
Son tantos los lugares preciosos y llenos de historia con los que cuenta Roma, que obviamente con un solo post no llega para nada, pero si tenemos que elegir entre otras plazas de obligada visita, nombraríamos aquellas que se encuentran en centro de la ciudad actual. La increíble Piazza Navona, la Piazza di Spagna, con sus miles de preciosas flores, la autoritaria Piazza del Popolo y la Piazza della Repubblica. Todas merecen la pena una visita, todas tienen una historia que contar. Si buscas apartamentos en Roma, el enlace que te dejamos tiene buenas ofertas.
Nos despedimos hasta el siguiente post, esperando, como siempre, que hayáis descubierto cosas que no sabíais si ya habíais visitado la ciudad italiana, o que os hayan entrado ganas de visitarla, si todavía no lo habéis hecho.
Saludos, viajeros.
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