Para definir Peratallada tendríamos que decir que es un pueblo medieval que ha sobrevivido al paso del tiempo. Se ubica en la comunidad de Cataluña, en la región de Gerona y el bajo Ampurdán. Este pueblo ha sido declarado conjunto histórico y artístico. Peratallada constituye uno de los puntos de mayor interés medieval en la comunidad autónoma de Cataluña.
Podríamos describir Peratallada como la tierra adentro de la Costa Brava. Una zona que está llena de pueblitos hermosos entre los que sin embargo, Peratallada se impone gracias a su personalidad histórica. Se trata de un lugar pintoresco y encantador, con una magia propia dada por sus callecitas estrechas y sinuosas y el misterio que solo da la piedra que habla de mundos antiguos.
Precisamente, el nombre de la ciudad Peratallada proviene de este material del que están hechas gran parte de las construcciones de la ciudad. Particularmente la muralla que rodea el pueblo deja apreciar el increíble trabajo de piedra tallada y extraída de la roca natural de consistencia arenosa, muy abundante en la región.
Se tienen noticias de asentamientos humanos en Peratallada desde épocas tan remotas como los periodos calcolíticos, algunos hallazgos arqueológicos más determinantes con relación a los orígenes del pueblo se corresponden a la época romana. No obstante, la apariencia del pueblo y su estado de conservación habla claramente de un pasado medieval.
Quizá lo más impactante de este pueblo es que ha logrado quedarse al margen de las construcciones de la modernidad y se conserva totalmente en el medioevo. A la piedra se unen las magnificas enredaderas y plantas que hacen del lugar un escenario de relatos de guerreros y princesas. No hay edificios, ni coches, ni el bullicio de la ciudad. Puede ser que el logro de mantener su reserva se debe a que Peratallada es una de las locaciones mejor fortificadas y protegidas de Catalunya. La muralla de Peratallada se destacaba por ofrecer total seguridad y crear un sistema defensivo muy completo. La muralla fue estratégicamente ubicada para proteger el castillo y las torres más representativas del pueblo.
De alguna manera, Peratallada permanece congelada en el tiempo, aunque eso no quiere decir que no se trate de una locación muy dinámica. Recorrer sus calles es recibir lecciones gratuitas de historia. La visita consiste, en un primer momento, en conocer los monumentos más representativos de la villa. El más famoso sin duda es el Castillo de Peratallada. Ubicado de tal manera que fue a partir de el, que la ciudad empezó a crecer. La documentación encontrada que data del s. X, dicen que allí vivió el linaje de los Peratallada. Se sabe que el castillo existe al menos desde el año 1065, pero hay indicios que dicen que algunas estructuras son mucho más antiguas.
Que ver en Peratallada
El castillo, al igual que gran parte del pueblo esta fortificado en base a la roca natural tallada artificialmente. Como en casi la mayoría de castillos la torre del homenaje alcanza una altura considerable ( ocho metros de altura ), si se le compara con el resto del conjunto arquitectónico de la ciudad y se levanta un poco separadamente del castillo aunque unida por un fantástico puente levadizo. En el castillo puede disfrutarse también de un patio de armas y de la torre de las horas. Hay que señalar que una parte del castillo ha sido adaptada a un ensoñador hotel en el que no es fácil encontrar plazas libres.
Después del castillo, el monumento que ofrece más interés es la iglesia de San Esteban, que se encuentra muy cerca de la ciudad pero extramuros. Su construcción está documentada en el siglo XII, pero se sabe que fue varias veces reformada entre los siglos XVI y XVIII.
Pero más allá de todo este aspecto medieval, esta el verdadero carácter popular que está arraigado en las piedras de Peratallada y del que se desprenden unas tradiciones artesanas y culinarias que son las delicias de los paseantes. Los restaurantes y las tiendas están pensadas en perfecta armonía con el lugar y son tan bonitas que es muy difícil resistirse a entrar.
Que hacer en Peratallada
Por otra parte el pueblo celebra algunas fiestas tradicionales que hacen parte de su gran atractivo turístico. En el mes de octubre se celebra la fiesta de La Carbonara que recuerda la existencia de las plantas carboneras de la región. Consiste en encender pilas de carbón en sitios rurales mientras que alrededor hay música, bailes, comida y actividades. Otro evento muy pintoresco es la feria medieval, cuando Peratallada se convierte en una ciudad verdaderamente sacada de un cuento de hadas. Las calles se convierten en escenarios perfectos para el libre albedrío de cuentacuentos, juglares, comediantes, músicos, princesas, guerreros y todos los personajes que recuerdan al mundo medieval. También es posible encontrar souvenirs y artesanías de una factura de primer nivel, especialmente si hablamos de las figuras talladas en piedra.
Pero como decíamos antes, un viaje a Peratallada no consiste solamente en la admiración de su fortificación medieval. Este pueblo está en el corazón de una zona de mucho interés en Cataluña. No muy lejos se encuentran ciudades más grandes como Figueres y Girona donde hay muchas cosas por visitar como el Museo de Dalí (Figueres) o el barrio judío (Girona). Aun más recomendado es aprovechar el paisaje para hacer un poco de turismo rural. No hay que olvidar que se está muy cerca de la Costa Brava donde puede disfrutarse de algunas de las calas más encantadoras de la zona. El senderismo es un sector muy desarrollado en el Bajo Ampordá y existen rutas de todo tipo y para todos los gustos. La región cuenta con varias casas rurales muy profesionales y a buenos precios.
Peratallada es tan bella que se puede visitar en cualquier época del año, pero en verano adquiere una luz especial. Las calles están floridas, las playas invitan a acercarse, el calor se encuentra bajo control gracias a la acción de la piedra y la tranquilidad es total.
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