Menorca es todo un paraíso. Una isla Reserva de la Biosfera que integra calas a pie de bosque, playas con agua azul turquesa, pueblos con encanto, pequeños puertos tradicionales de pescadores, pasado colonial británico y francés y una gastronomía muy rica y sabrosa.
Si estás pensando visitar esta isla, las dos opciones para arribar en ella son a través de barco o en avión. En ambos casos, la recomendación es clara, conseguir un vehículo con el que desplazarte. Puedes alquilar un coche en el aeropuerto de Menorca, pues empresas locales como Minurka lo ponen directamente a disposición del cliente nada más aterrizar este en la isla.
Alojamiento en Menorca
Una vez solucionada la papeleta del transporte, hay que buscar alojamiento. Lo ideal es reservarlo previamente y las alternativas son muy variadas. En Menorca hay solo dos grandes ciudades: Mahou y Ciutadella, ambas separadas por unos 50 kilómetros.
Mahou cuenta con una amplia oferta de ocio y restaurantes. Es la mejor opción si lo que buscamos es conocer a fondo la capital. Ciutadella, por su parte, es el núcleo urbano más poblado en toda la isla, y además es la ciudad más fotogénica gracias a su casco antiguo, el puerto y numerosos lugares con encanto. Esta zona es perfecta por su vida nocturna activa y los buenos precios que ofrece.
Fuera de Mahou y Ciutadella, otra propuesta es Son Bou, en el litoral sur. Este enclave es un pequeño reducto turístico ideal para alojarse en familia. Su cercanía a la reserva natural Prat de Son Bou le confiere un atractivo extra.
Cala Galdana, Sant Tomás y Fornells son otros lugares muy recomendables para alojarse en Menorca, especialmente si el motivo que nos lleva a visitar la isla es conocer sus calas y desconectar de las preocupaciones diarias.
¿Qué comer y dónde comer en Menorca?
La más septentrional de las islas de Baleares es un territorio con una rica gastronomía. En Menorca son típicos el queso de Mahou, el vino de la tierra y embutidos como la sobrasada, el Cuixot, el botifarró negro y blanco o la Carnixulla. En cuanto a platos elaborados, no deberías abandonar la isla sin probar la caldereta de langosta, el perol menorquín, la raya al horno o el oliaigua.
Muchos restaurantes locales ofrecen cocina de producto, con ingredientes frescos y de cercanía, de modo que en cualquier pueblo puedes encontrar buenas opciones. No obstante, si buscas establecimientos con más fama, presta atención a los siguientes nombres: Es Cranc en Fornells, Restaurante Jágaro en Mahou, Es Racó des Palau en Ciutadella, Casa Nostra en Binibeca y S’Engolidor en Migjorn Gran.
¿Qué ver en Menorca?
Alquilar un coche en el aeropuerto de Menorca aporta al turista más libertad para moverse por toda la isla con total comodidad. En una ruta por su territorio hay lugares que resulta obligatorio conocer.
A las ya citadas Mahou y Ciutadella se suman Binibeca, que es uno de los pueblos más fotografiados de la isla; y Es Castell, con el sempiterno recuerdo de la Menorca ocupada por los británicos en el siglo XVIII.
En el apartado de calas y playas, las más conocidas son: Cala Tortuga y Cala Presili, Cala Tirant, Cala Turqueta, Cala Macarelleta y Cala Galdana. Sin dejar de lado los atractivos paisajísticos, no deberías perderte una puesta de sol en la Cueva de Xoroi o conocer algunos de sus faros: Cavalleria, Punta Nati o Favaritx.
Ahora ya sabes cómo preparar tu viaje a Menorca. Recuerda, reserva tu alojamiento y el coche de alquiler con tiempo suficiente, para evitar sorpresas. Y una vez estés en la isla, déjate seducir por su naturaleza y patrimonio.
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