En España hay ciudades que poseen misterios naturales en los que pocas personas han sabido dar explicaciones razonables, sin duda alguna una de las zonas que más sorpresa despierta a los turistas son las casas colgadas Cuenca, símbolo de la ciudad. Aún muy presente en todos los conquenses, José Luis Coll siempre decía una frase cada vez que alguien decía justo delante de él la denominación errónea sobre las casas colgadas de Cuenca: “Las casas son colgadas, los mocos son colgantes”, de esta manera intentaba ser irónico sobre la mala pronunciación que muchos hacían sobre este lugar.
Para conocer la historia completa primero tendremos que remontarnos al pasado, actualmente son consideradas como un conjunto de edificios que se encuentran justo encima de la Hoz del río Huécar, aunque parezca curioso su origen exacto todavía se desconoce, no obstante varios analistas han deducido que en el emplazamiento con las demás casas su Majestad el Rey Alfonso XIV y XV durante el año 1177 instaló la zona de las cortes.
Por suerte o por desgracia a día de hoy tan solo quedan 3 casas colgadas en Cuenca, mucha gente piensa que toda la zona que se alza sobre la Hoz del Huécar estaba completamente llena de caseríos y casas de habitantes que vivían durante esos años, además se dice que durante el siglo XX se hicieron varias modificaciones en todas las casas, en algunos museos de Cuenca existen fotografías realizadas por aquel entonces que lo demuestran, con el antes y el después.
Las actuales casas colgadas Cuenca
Las actuales casas colgadas de Cuenca han tenido varias funciones, primero fueron habitadas por gente normal, luego pasaron a ser Casas Consistoriales hasta que ahora son la sede principal del museo de Arte Abstracto de Cuenca, fundado por Zobel.
A su vez en relación a las casas colgadas de Cuenca también se han atribuido grandes obras, por ejemplo la fabrica principal de Moneda y Timbre usó el emblema de Cuenca para recrearlo en sus monedas. Hoy en día es muy difícil conseguirlas, puesto que son una edición especial para coleccionistas y su tasación es muy elevada.
Cualquier turista que dedica visitar Cuenca tiene que ir a la Hoz del río Huécar, las increíbles vistas que se obtienen desde ahí arriba son impresionantes, los amantes de la fotografía retractan el mejor paisaje para su estudio y análisis llenas de historia y añoranza.
Para el viajero lo que más sorprende es ver las casas colgadas Cuenca tan pegadas al barranco de la Hoz, mucha gente ha criticado que en persona pueden parecer más pequeñas de lo que se aprecia en las fotos, no obstante la mejor manera de comprobarlo es acercándonos nosotros mismos.
Por último, a pesar de que las casas colgadas de Cuenca sean un símbolo para la ciudad, su gastronomía, monumentos y calles medievales tampoco desmerecen la ocasión de visitarlas, te llevarás un grato recuerdo así como inmejorables instantáneas del paisaje que ofrece esta preciosa localidad que puede ser visitada tanto en verano como en invierno.
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