En el Medio Oriente, entre Irán y Arabia Saudita esta Kuwait una minúscula zona al final del golfo. Con un territorio de sólo tres veces mayor que el Distrito Federal y una población de 2,7 millones de personas, está rodeado de desierto en todos lados, excepto por uno que lo baña en la costa del Golfo Pérsico, que dicho sea de paso, tiene un deslumbrante tono verde esmeralda en esta región.
Kuwait es un Emirato islámico que tiene como jefe de estado un jeque. Fue fundada en el siglo XVIII y en los años 90 fue impreso diariamente en los periódicos del mundo, cuando fue invadida por Irak, que queria tomar los recursos petrolíferos ricos del lugar.
A pesar de que Kuwait habia sido aliado de Irak en la guerra entre Irán e Irak en la década anterior, la locura de Saddam Hussein casi quitó a Kuwait del mapa, si no es por los estadounidenses y egipcios. Por cierto, la importancia de la victoria se le adjudico a los norteamericanos en todo el mundo, pero muchos no saben que Egipto fue de gran ayuda y además son la principal mano de obra de Kuwait, responsable de sub-empresas que apoyan la infraestructura del país. La comunidad egipcia es tan grande, hay colonias y barrios enteros que parecen más como el Cairo, en medio de Kuwait. Cuando el ejército iraquí invadió el país, Saddam ordenó que la ciudad fuera arrasada y que todos los kwaitianos fueran muertos. Cada ciudadano asesinado fue tomado como un premio y con ello, la matanza y sembrar el terror en todo el país. Con el aeropuerto tomado por el enemigo, la gente no tenía donde escapar y decidió unirse a los egipcios, que a su vez enfrentaron a los iraquíes con un valor de envidia a Napoleón. Resultado: el único lugar que Irak no ha podido invadir fueron las comunidades egipcias en Kuwait, verdaderos bastiones de guerreros.
Conducido por los egipcios, los kuwaitíes tuvieron que cambiar su apariencia y asemejarse tanto como sea posible con ellos en un intento por prolongar su supervivencia. Si no hubiese sido por los egipcios, la comunidad kuwaití habría sido aniquilada y juntos, se habrían ido los valores y la identidad de un pueblo que logro volver sobre sus pies después de estar casi completamente destruido.
Después de casi 20 años, hay más indicios de la guerra en el país. La población reconstruyó la ciudad entera, financiado por las divisas del petróleo, mayor economía local. Aunque tímido, línea de modernos rascacielos hasta alrededor de las principales avenidas de la ciudad y las torres de Kuwait, símbolo local más grande, continúa para darle el aire de la gracia en el horizonte casi sin fin.
Kuwait, incluso para ser un país pequeño, ferviente musulmán y extremadamente cerrado al turismo, ofrece muchas atracciones, dejando al visitante, que por cierto sólo se admite cuando va por negocios, conocer a centros comerciales y la playa.
En centros comerciales, incluso en medio de las marcas internacionalmente conocidas, cualquier tiene la sensación de ser un «pez en el agua» porque la fuerte presencia de la comunidad local, cerrado al mundo occidental y vestida con el tradicional candurra y abaya. A pesar de esta gravedad, hay un Hard Rock furioso en la ciudad, que por supuesto, como en cualquier lugar del país, no venden alcohol. Quién va ahí tiene que satisfacerse con el mojito basados en sprites o un jugo de naranja básico.
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